CHESTERTON
Manifestación anarquista
A principios del siglo XX,
Inglaterra se encuentra en un tremendo conflicto debido al anarquismo que
surgió en diferentes bandos de la sociedad. Las principales características del
movimiento anarquista es rechazar cualquier base para la existencia del Estado.
Ello implica que los anarquistas crean que el Estado no realiza ninguna función
social necesaria, sino más bien al contrario. Las tareas realizadas por el
Estado son para su propio beneficio. De este modo, por ejemplo, el verdadero
fin de éste es encargarse del la defensa nacional y la conservación de su
propio poder o el de aquella clase social o grupo de ciudadanos que se encargan
de su funcionamiento. Para el resto de actividades, tales como la protección
personal los anarquistas consideran que puede ser realizada a través de la
comunidad local. Por otra parte, rechazan la idea de que el algún momento
histórico, fuese otorgado un consentimiento al Estado para gobernar a sus
súbditos y en cualquier caso, se pregunten qué ocurre con quienes intentan revocarlo.
Los anarquistas no son un grupo homogéneo
lo que hace que tengan grane diferencias en aspectos fundamentales para una
ideología común, como es el significado de naturaleza humana, justicia e
incluso la libertad.
Desde un punto de vista histórico,
el anarquismo alcanza su máximo esplendor entre finales del siglo XIX y
principios del XX. Desde sus inicios, el anarquismo ha tratado de reconciliar
los ideales internacionalistas con el principio de autonomía local. Estos
intentaron formar una organización mundial anarquista efectiva, pero todos sus
esfuerzos se vieron frustrados por la intolerancia a cualquier forma de
centralismo.
En Londres tuvo lugar en 1896 un
congreso donde se decidió la inadmisión de los anarquistas. Esta resolución
sello irremisiblemente entre las dos grandes orientaciones prevalentes entre
los trabajadores europeos y americanos. En 1907, se celebro en Ámsterdam otra
conferencia donde quedo planteado la creación de una organización limitada para
los anarquistas convencidos y finalizo con el estadillo de la Primera Guerra
Mundial.
Chesterton, el escritor inglés
G.K Chesterton
Gilbert Keith Chesterton nació en
Londres en 1874 y murió en Beaconsfield (Inglaterra) en 1936. Escritor británico de inicios del
siglo XX, cultivó, entre otros géneros,
el ensayo, la narración, la biografía,
la lírica, el periodismo y el libro de viajes.
G.K. Chesterton da comienzo a su
autobiografía relatando el día, año y lugar de su nacimiento. La forma en la
que nos ofrece esa información nos permite apreciar su fe en la tradición
humana, ya que en su opinión, sólo a través de ésta se pueden conocer muchas
cosas que de otra forma no se podrían de saber.
“Doblegado ante la autoridad y
la tradición de mis mayores por una ciega
credulidad habitual en mí y aceptando
supersticiosamente una historia que no pude verificar en su momento
mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que
nací el 29 de mayo de 1874, en Campden Hill, Kensington, y de que me bautizaron
según el rito de la Iglesia anglicana en la pequeña iglesia de St. George…”
principios del siglo XX nace un renacimiento del pensamiento cristiano. Muchos
hombres y mujeres de aquella época se plantearon las preguntas sobre la
existencia humana y sobre la visión del mundo, y llegaron a la conclusión de
que era necesario volver a una concepción espiritual y trascendente de la
persona humana. Chesterton será uno de los grandes protagonistas de este
renacimiento del pensamiento cristiano, e influirá notablemente con sus
escritos, mucho antes de su conversión al Catolicismo en 1922. El ensayista
británico se mueve en una Inglaterra intelectual donde dominan las ideologías
del escepticismo y del evolucionismo, y en donde la ciencia parece lo
suficientemente fuerte para sobrevivir a la crisis. Chesterton, quien
comenzando muy lejos de las posiciones cristianas, terminó convirtiéndose en
uno de sus mejores apologistas.
El hombre que fue Jueves
De 1908 data su novela más
conocida, El hombre que fue Jueves,
una alegoría sobre el mal y el libre
albedrío.
El hombre que fue Jueves es una novela policíaca, pero una novela policíaco-metafísica.
El perseguidor y el perseguido cobran una significación inesperado, hasta
convertirse en principios eternos del universo. Pero, por fortuna, nunca se
pierde, por el laberinto de episodios más o menos simbólicos. Este sentimiento
humorístico que legitima la introducción de elementos inverosímiles en el
relato, y que permite al autor saltar fantásticamente del suceso humilde al
comentario trascendental, sin perder el ritmo del buen humor.
Chesterton concibe una novela
policíaca, como una caza llena de peripecias, entre dos nociones elementales;
con la posibilidad de una inexplicable conciliación, que está más allá de la
inteligencia de los hombres. En esta novela policíaca del universo, no hay
delincuente, no hay delito. Dos fuerzas inocentes, casi amándose, se combaten.
Los héroes de la novela son
también hombres de carne y hueso, y sólo al final se diluyen en una alegoría invisible.
Es, por otra parte, una divertida historia de aventuras, enredo e intriga.
El hombre que fue Jueves
Fdo: Alejandra Duque Martín
Manifestación anarquista |
A principios del siglo XX,
Inglaterra se encuentra en un tremendo conflicto debido al anarquismo que
surgió en diferentes bandos de la sociedad. Las principales características del
movimiento anarquista es rechazar cualquier base para la existencia del Estado.
Ello implica que los anarquistas crean que el Estado no realiza ninguna función
social necesaria, sino más bien al contrario. Las tareas realizadas por el
Estado son para su propio beneficio. De este modo, por ejemplo, el verdadero
fin de éste es encargarse del la defensa nacional y la conservación de su
propio poder o el de aquella clase social o grupo de ciudadanos que se encargan
de su funcionamiento. Para el resto de actividades, tales como la protección
personal los anarquistas consideran que puede ser realizada a través de la
comunidad local. Por otra parte, rechazan la idea de que el algún momento
histórico, fuese otorgado un consentimiento al Estado para gobernar a sus
súbditos y en cualquier caso, se pregunten qué ocurre con quienes intentan revocarlo.
Los anarquistas no son un grupo homogéneo
lo que hace que tengan grane diferencias en aspectos fundamentales para una
ideología común, como es el significado de naturaleza humana, justicia e
incluso la libertad.
Desde un punto de vista histórico,
el anarquismo alcanza su máximo esplendor entre finales del siglo XIX y
principios del XX. Desde sus inicios, el anarquismo ha tratado de reconciliar
los ideales internacionalistas con el principio de autonomía local. Estos
intentaron formar una organización mundial anarquista efectiva, pero todos sus
esfuerzos se vieron frustrados por la intolerancia a cualquier forma de
centralismo.
En Londres tuvo lugar en 1896 un
congreso donde se decidió la inadmisión de los anarquistas. Esta resolución
sello irremisiblemente entre las dos grandes orientaciones prevalentes entre
los trabajadores europeos y americanos. En 1907, se celebro en Ámsterdam otra
conferencia donde quedo planteado la creación de una organización limitada para
los anarquistas convencidos y finalizo con el estadillo de la Primera Guerra
Mundial.
Chesterton, el escritor inglés
G.K Chesterton |
Gilbert Keith Chesterton nació en
Londres en 1874 y murió en Beaconsfield (Inglaterra) en 1936. Escritor británico de inicios del
siglo XX, cultivó, entre otros géneros,
el ensayo, la narración, la biografía,
la lírica, el periodismo y el libro de viajes.
G.K. Chesterton da comienzo a su
autobiografía relatando el día, año y lugar de su nacimiento. La forma en la
que nos ofrece esa información nos permite apreciar su fe en la tradición
humana, ya que en su opinión, sólo a través de ésta se pueden conocer muchas
cosas que de otra forma no se podrían de saber.
“Doblegado ante la autoridad y
la tradición de mis mayores por una ciega
credulidad habitual en mí y aceptando
supersticiosamente una historia que no pude verificar en su momento
mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que
nací el 29 de mayo de 1874, en Campden Hill, Kensington, y de que me bautizaron
según el rito de la Iglesia anglicana en la pequeña iglesia de St. George…”
principios del siglo XX nace un renacimiento del pensamiento cristiano. Muchos hombres y mujeres de aquella época se plantearon las preguntas sobre la existencia humana y sobre la visión del mundo, y llegaron a la conclusión de que era necesario volver a una concepción espiritual y trascendente de la persona humana. Chesterton será uno de los grandes protagonistas de este renacimiento del pensamiento cristiano, e influirá notablemente con sus escritos, mucho antes de su conversión al Catolicismo en 1922. El ensayista británico se mueve en una Inglaterra intelectual donde dominan las ideologías del escepticismo y del evolucionismo, y en donde la ciencia parece lo suficientemente fuerte para sobrevivir a la crisis. Chesterton, quien comenzando muy lejos de las posiciones cristianas, terminó convirtiéndose en uno de sus mejores apologistas.
El hombre que fue Jueves
De 1908 data su novela más
conocida, El hombre que fue Jueves,
una alegoría sobre el mal y el libre
albedrío.
El hombre que fue Jueves es una novela policíaca, pero una novela policíaco-metafísica.
El perseguidor y el perseguido cobran una significación inesperado, hasta
convertirse en principios eternos del universo. Pero, por fortuna, nunca se
pierde, por el laberinto de episodios más o menos simbólicos. Este sentimiento
humorístico que legitima la introducción de elementos inverosímiles en el
relato, y que permite al autor saltar fantásticamente del suceso humilde al
comentario trascendental, sin perder el ritmo del buen humor.
Chesterton concibe una novela
policíaca, como una caza llena de peripecias, entre dos nociones elementales;
con la posibilidad de una inexplicable conciliación, que está más allá de la
inteligencia de los hombres. En esta novela policíaca del universo, no hay
delincuente, no hay delito. Dos fuerzas inocentes, casi amándose, se combaten.
Los héroes de la novela son
también hombres de carne y hueso, y sólo al final se diluyen en una alegoría invisible.
Es, por otra parte, una divertida historia de aventuras, enredo e intriga.
El hombre que fue Jueves |
Fdo: Alejandra Duque Martín
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